miércoles, 31 de octubre de 2018

Happy Halloween

Como no podía ser de otra manera, las alumnas y los alumnos del Ciclo de Educación Infantil de Yecla también hemos querido participar de una fecha tan señalada y que tanto gusta a los niños. Como futuros educadores y educadoras, los alumnos deben aprender a ambientar el entorno y participar en el contexto educativo de una actividad que parte del centro de interés de los pequeños.

A través de una metodología basada en el juego y aprovechando una fecha tan señalada, los niños y las niñas pueden tanto en el ámbito formal como informal trabajar aspectos del lenguaje, la expresión y la comunicación. La expresión musical, corporal, gestual, el juego simbólico, las manualidades...Todo ello se pone en práctica celebrando una fiesta como la de Halloween.

Por eso, las alumnas y alumnos del Ciclo de Educación Infantil no han querido perder esa oportunidad. Como no teníamos niños a quien hacer participes de nuestros trabajos, contamos en esta ocasión, con la visita de un grupo de alumnas y compañeras del nuevo ciclo de Formación Básica Especial de Comercio y Marketing.




Los futuros educadores no pudieron tener un jurado más exigente y a la vez más entregado que estas seis chicas. Hicieron que todo fuera más fácil, más divertido y más bonito.

¡Pero no adelantemos acontecimientos! Es de buen narrador, empezar siempre por el principio...

Comenzamos la fiesta de Halloween decorando y preparando la clase, el pasillo, las ventanas, cortesía de los alumnos (Paula, Alejandro, Carmen Mª, Silvia y Martas G.)



 Mientras que  la puerta del aula, aseos, puerta del pabellón y hasta la de salida del instituto fue realizada por otro grupo (Marina, María A. Natalia, Miriam y Andrea). Y es que no hay fiesta si no hay ambiente.





Además, las alumnas (Ana Belén, Mª José, Cristina, Lorena , Marta L. y Ana Mª) se atrevieron con un rincón del juego muy propio. Hubo photocall, un mesa de Halloween decorada con fantasmas, vampiros y calabazas, todo ambientado con los colores típicos de esta fecha y utilizando los recursos que tenemos a nuestro alcance.




Una vez realizado el ambiente ¡Es hora de pasarlo bien! Para ello tuvimos dos representaciones teatrales y un musical.


El grupo formado por  Nieves, MP, Melani Esther, Claudia y Sandra nos dejaron fascinados con su espectáculo. Y es que hubo de todo, bruja, vampiro, gato, fantasma, una pequeña calabacita y hasta un jorobado. Y ni que decir de los efectos especiales, truenos, puertas y mucha risa (que no se nos olvide que es para un publico infantil)






Entre actuación y actuación, entraron en acción el último grupo, el musical. Para ello contamos con  María G. Nuria, Fátima, Victor y Ana P. ambientados como esqueletos, nos montaron una coreografía de 10 con el baile "Chumba la Cachumba"  Fue tan divertido que hasta nuestras invitadas y el resto de compañeras no quisieron dejar de bailarlo.





Una vez finalizada la expresión corporal, llega el momento de jugar. Para ello, nuestras invitadas tenían que acertar con los ojos tapados, dónde poner las piezas de la calabaza ¿A qué niño no le gustaría este juego?







Y como en toda fiesta que se precie hay momentos para todo y el juego y baile libre es uno de ellos.
Así que con mucha marcha y muy buen rollo finalizamos nuestra fiesta de Halloween...Ahora a pensar qué haremos para Navidad 😄




Pero para llegar hasta aquí, nuestros alumnos y alumnas han tenido que trabajar muy duro desde el inicio de curso. Pensar, buscar, elegir, crear y finalmente consensuar en grupo ha hecho posible que podamos celebrar este día ¡Enhorabuena!

miércoles, 24 de octubre de 2018

Un día de Seño...

Aprovechando la teoría explicada tanto en el módulo de Expresión y Comunicación como en Autonomía Personal y Salud Infantil hemos hecho en clase un rol playing.

En el primer caso vemos como Silvia, se ha convertido en la Seño Silvia y ha intentado interactuar con 26 niños de un aula de 2-3 años. No ha sido fácil, ya que a la vez, algunos niños tenían que interpretar su propio rol, dentro de la etapa lingüística o de lenguaje verbal. Así teníamos a la alumna que pregunta continuamente por qué y para qué, tenemos a la alumna que pronuncia /tota/ en lugar de /pelota/, tenemos a la alumna que llora y no participa en los juegos, a los alumnos que no comparten...Diferentes actuaciones que le han servido a la Seño Silvia para acercarse un poco más a su labor profesional.





Un poco más fácil lo ha tenido la Seño Marina, aprovechando que en Autonomía Personal y Salud Infantil estamos trabajando conceptos como atención temprana, actividades sensoriales, psicomotricidad...Ha hecho con pelotas, aros y elementos de la clase, un circuito de psicomotricidad. Y ahí que se han ido sus 26 alumnos a practicar.

Y es que algo que tienen que tener claro estos futuros educadores y educadoras es que para poder enseñar a los niños, antes tienen que saber ellos cómo funciona, qué se hace y para qué...





Para ser la primera vez que se han convertido en seños por unos minutos ¡No ha estado nada mal! Y es que ¿A quién no le gusta jugar?

domingo, 21 de octubre de 2018

Nombre del juego: El Rincón del Tacto.

·Tipo y características del juego: Actividad de estimulación sensorial.

Número de participantes: 1

Edad: De 1 a 2 años.

Duración: De 15 a 20 minutos.

Ubicación: En el aula.

·Objetivos

  • Mejorar la movilidad articular del brazo.

  • Mejorar la fuerza y coger masa muscular en el brazo.

  • Conseguir el agarre o presión completa de la mano.

  • Pasar un rato divertido con los diferentes materiales.
·Organización del espacio.

Se retiran un par de mesas de un rincón del aula, dejando un espacio mediano despejado y se coloca una alfombra para que el niño pueda sentarse bien en el suelo.

·Recursos materiales y/o infraestructura.

En esta actividad utilizamos 5 recipientes hondos tipo bol, para echar los distintos materiales.

Usaremos también 1kg de macarrones, otro de fideos, otro lentejas, otro de habichuelas y otro de arroz.

También nos hará falta piezas de construcción, de puzles y alguna bola medina.

·Descripción y desarrollo del juego.

Puesto el niño en la alfombra le pondremos los 5 recipientes delante; En uno le echaremos los fideos, en otro los macarrones, en otro las lentejas, en otro las habichuelas y por ultimo en el bol más grande lo llenaremos de arroz donde sumergiremos las piezas de construcción, las de puzles y la bola.

El niño que padece de una discapacidad en el brazo izquierdo deberá ir metiendo la mano izquierda en el primer bol removiendo así los fideos experimentando el tacto y su textura, deberá agarrarlos, cogerlos a puñados, soltarlos y así irá dando movilidad a su brazo y también practicará el agarre con la mano; Tendrá que ir haciendo lo mismo con cada recipiente hasta llegar al bol más grande que estará lleno de arroz con los juguetes escondidos y tendrá que ir buscando y sacando las piezas que vaya encontrando.

·Evaluación.

Al finalizar esta actividad le preguntaremos al niño en modo pregunta retórica si le ha gustado, en tono cariñoso y medio cantando diremos: ¿Te ha gustado? ¿ Que chulo todo verdad?

Y el educador/a hará unos indicadores de evaluación con los objetivos logrados y los que no ha logrado.

    Estos son algunos:


  • ¿Ha sabido meter bien la mano en los recipientes?
  • ¿Ha conseguido cerrar el puño al agarrar los distintos materiales?
  • ¿Ha conseguido sacar las piezas del ultimo bol?
  • ¿Ha necesitado mucha ayuda?
  • ¿Ha pasado un rato divertido?


·Requisitos de adaptación y notas de atención.

El niño no deberá ser forzado a introducir la mano  a ningún recipiente. Primero el educador/a le enseñará como hacerlo y le hará una demostración hasta que el niño repita la acción del educador y empiece a experimentar el solo, vigilando en todo momento que el niño no se lleve nada a la boca.

Conseguir que trabaje con el brazo izquierdo y vaya cogiendo más movilidad y agarre hasta igualar al brazo derecho.

·Video.

https://www.youtube.com/watch?v=J8xNRDWDVGo


Realizado por:  Melani y Carmen Mª



Actividad Sensorial 0-1 año.

Nombre de la actividad: ¡ cómo se mueve!
Tipos y características del juego: Estimulación visual.

Numero de                 
participantes:             Edad:             Duración:                                    Ubicación:
          
           1 .                  0-1 año.               5-6 minutos.                   Aula de atención temprana.


Objetivos:
-Desarrollar la visión.
-Coordinar con la motricidad de su propio cuerpo.
-Ayudar con herramientas a la movilización de sus ojos.
-Relacionar movimiento-objeto.


Organización del aula:
Se realizará en el aula de atención temprana.

Recursos materiales y/o infraestructura:
 Juguete tipo móvil de cuna.

Descripción y desarrollo del juego:
Colocamos al niño en el juguete tipo móvil de cuna donde se le realizará la actividad, para comprobar el estado de su vista, cogeremos un juguete con colores llamativos, y el bebé deberá seguir con los ojos los movimientos de las figuras.
Primero dejaremos que se muevan solas, después  le señalaremos con nuestro dedo el movimiento que sigue el juguete.
De esta forma, empezará a aprender la relación movimiento-objeto, lo que le ayudará a la sincronía de os ojos.

-Forma de presentación, consignas y ordenes: La segunda vez, cuando le indicamos con nuestro dedo cómo se mueve el juguete, se le invitará mientras tanto con nuestra voz a que mire lo mire.
-Papel del educador, tipo de ayuda que puede o debe ofrecer: Imprescindible que acompañe con su voz.

-Forma de ejecución que se espera por parte del niño o del grupo: 
Que siga con los ojos el movimiento del juguete. 

Evaluación: Se evaluará cada gesto de los ojos que el niño haga en el juego/actividad.
Requisitos de adaptación del juego/notas de atención: Es importante que el educador en la segunda vez, acompañe con su voz la señalización del movimiento.

sábado, 20 de octubre de 2018

Celebramos el Día Mundial de la Alimentación

https://elpais.com/elpais/2018/10/16/mamas_papas/1539677915_443370.html

Por qué no debes obligar a tu hijo a comer

La Academia Americana de Pediatría explica cuáles son los recursos más desafortunados que emplean los padres para hacer que los niños coman


Dia Mundial de la Alimentacion 2018


La maternidad y la paternidad marcan un antes y un después en la vida de todo ser humano. Desde el nacimiento de nuestro hijo, defendemos nuestras expectativas y nuestros deseos casi con ferocidad. Lo tenemos muy claro: queremos que duerman como creemos que deben dormir, queremos que se comporten como consideramos que deben comportarse y, por supuesto, queremos que coman cómo, cuándo y cuánto estimamos que deben comer. Luego, la realidad. Y es que, sobre todo en el tema de la alimentación, padres y madres nos pasamos los primeros años de crianza angustiados por la supervivencia de esos niños que tan injustamente etiquetamos de “malcomedores”, por lo poco que pensamos que comen o por los “nadas” que parecen servirles de sustento. Tanto nos preocupamos que es un motivo recurrente de consulta en nuestras citas con el pediatra. Pero la respuesta no está en el ambulatorio sino que, casi siempre, se halla en nuestras expectativas. Obligarles a comer lo que esperamos que coman no debería ser nunca una posibilidad razonable. Una situación muy común y que merece una mención en este Día Mundial de la Alimentación.

Por qué no hay que obligar nunca a comer a un niño

“No obligue a comer a su hijo. No le obligue jamás, por ningún método, en ninguna circunstancia, por ningún motivo”. En 1999, el pediatra Carlos González ya explicaba en Mi niño no me come por qué nunca hay que obligar a un niño a comer. El dietista-nutricionista Julio Basultoconfirmaba en Se me hace bola, publicado en 2013, que no existía justificación nutricional alguna para obligar. También insiste en ello a menudo en sus perfiles de redes sociales y lo reafirma al otro lado del teléfono a EL PAÍS: “Obligar a un niño a comer no es ético, ni educativo y es contraproducente. El objetivo no es que el niño coma sino que quiera comer, y que quiera comer saludable, y eso no se consigue con la coacción, con la presión, con la insistencia ni con premios y castigos. El niño es el único que sabe cuánto tiene que comer, eso no lo sabemos los nutricionistas, ni los médicos ni lo saben los padres. Solo lo sabe el cerebro del niño”.
Comparte su postura María Manera Bassols, dietista-nutricionista y autora de diversas publicaciones en torno a la alimentación infantil, quien destaca que en nuestro medio la preocupación debería ser que más del 40% de los niños y niñas tiene un problema de exceso de peso. También insiste en que obligar a comer a la fuerza, cuando se ha manifestado que no se desea o no se necesita, además de una falta de respeto hacia el niño, no es efectivo. “Habitualmente se insiste para que el niño coma más cantidad o con la voluntad de que aumente la variedad de alimentos que toma, o de que consuma determinados alimentos supuestamente saludables y que “hay que comer”. Si el niño no los quiere y le forzamos a que los coma, difícilmente los elegirá motu proprio en futuras ocasiones ya que precisamente forzar a comer suele provocar aversión y rechazo hacia los alimentos a los que se ha obligado a comer”, explica.
Sobre las consecuencias de obligar a los niños a comer, María Vallejo Guardiola, psicóloga experta en obesidad y trastornos de la conducta alimentaria (TCA), explica que con esta acción alteramos la relación de los pequeños con la comida en el presente, pero también en el futuro, un hecho que influye también en la construcción del apego. “Si la acción de comer se fuerza, se altera su función natural. Un niño obligado a comer desconecta de su cuerpo, no disfruta de la experiencia y ven la hora de las comidas como algo aversivo. Además, el adulto que fuerza a comer no está siendo empático y perjudica el establecimiento de un apego seguro basado en la mutualidad. Un niño al que en su crianza se le ha forzado a comer tiene muchas más probabilidades de convertirse en un adulto con problemas con la comida”, cuenta. Detrás de pacientes con sobrepeso y obesidad, Vallejo ha observado que suele haber “historias de horas interminables en la mesa, donde nadie se levantaba sin el plato totalmente vacío”, algo que provoca desajustes como llegar a la edad adulta con problemas para parar de comer cuando ya se está saciado.

El soborno, la forma más habitual

Según la Academia Americana de Pediatría la forma más habitual que emplean los padres para obligar a sus hijos a comer es el soborno. Pero no es la única. En Se me hace bola, Basulto lo resume en ocho acciones: amenazas, chantaje emocional, hostilidad y despotismo, humillación, mentira, presión y/o coacción, terror, violencia y/o maltrato psicológico. Y pone ejemplos de frases como “Si no te lo comes, te llevaré al hospital y tendrán que dártelo por sonda”, “No te levantas de la mesa hasta que no te lo comas” o “Te tapo la nariz por tu bien, para que te lo tragues”.
Sobre esa acción precisamente, Gloria Colli, pediatra y autora de Tu lactancia de principio a fin, advierte que hay que tener en cuenta que obligar a comer no es solo tapar la nariz al niño y “meterle la cuchara cuando la abra para respirar”, también recurrir a frases aparentemente inocentes como “Si no comes, mamá se va a poner triste”, “Si te lo comes todo te pondrás grande y fuerte” o “Si no te comes la verdura no hay postre”. “Son recursos igualmente desafortunados porque implican además una manipulación emocional. Incluso recurrir al típico avioncito puede ser una forma de obligar si deja de ser un juego y una de las partes ya no lo encuentra divertido”, declara.


Si no te lo comes, te llevaré al hospital y tendrán que dártelo por sonda”, “No te levantas de la mesa hasta que no te lo comas”

Carlos Casabona añade otras maneras encubiertas como "teatritos", alabar las virtudes de lo que se ofrece para comer o el empleo de pantallas (móvil con vídeos o la tablet con dibujos animados). No obstante, también añade algo de optimismo: lo encuentra en los sistemas del Baby Led Weaning(BLW) o aprender a comer solo (ACS) que han llegado para quedarse. “Muchas madres jóvenes están muy bien informadas y adoptan este sistema que respeta los signos de saciedad del bebé”, dice.
Pero no solo el hogar se convierte en el escenario habitual de las presiones por la comida. Los comedores escolares también lo son. María Manera Bassols ha participado en diversas guías acerca del rol de los adultos en las comidas que comparten con niños. Hace un par de años la Agencia de Salud Pública de Catalunya publicaba el documento Acompañar las comidas de los niños. Consejos para comedores escolares y familias, que precisamente aborda este tema, tanto desde el ámbito escolar como del hogar. El texto surgía de la necesidad expresada desde el colectivo de comedores escolares (AMPAs, monitores y coordinadores de los comedores) sobre cómo posicionarse ante situaciones como la negativa a comer o a probar determinados alimentos. “El simple hecho de que se genere debate sobre cuál tiene que ser la actitud del adulto, que surjan dudas, que se pregunte a la administración que trabaja con los comedores cuál es su opinión y posicionamiento, que salga en los medios, etcétera, evidencia que algunas prácticas “tradicionales” de imposición, obligación o coerción están siendo cuestionadas”, plantea Manera.
Actualmente muchos comedores escolares están vinculados de forma directa a los proyectos pedagógicos de los centros, lo que fomenta la implicación, la participación y el aprendizaje de los niños con respecto a la alimentación. “Es verdad que un comedor colectivo es más difícil de gestionar que un hogar, y que hay determinadas prácticas, como el permitir que no se coma algo que no apetece, requiere de un trabajo coordinado y profundo con los adultos responsables del comedor y también con los niños y niñas; pero si existe la voluntad de trabajar desde esta mirada, la experiencia de muchos comedores nos dice que es posible acompañar las comidas de los niños desde este prisma”, explica María Manera.

Los niños que no comen

La alimentación es una de las mayores preocupaciones de los padres durante los tres primeros años de vida de sus hijos. Lo ve Carlos Casabona en su consulta, a la que acuden padres preocupados no solo por la cantidad sino también por el qué y cuándo dar de comer a sus hijos. “El entorno ha cambiado de manera espectacular y lo que dábamos antes con cuatro meses, ahora no se recomienda hasta los seis o siete meses. Lo que antes recomendábamos a los doce meses, ahora decimos que se puede ofertar a los seis. Esto desorienta bastante a muchas familias, pero procuramos dar los consejos nutricionales más actuales y siempre en relación con la evidencia científica que exista, por encima de intereses comerciales que siempre han estado presentes. Lo que sucede es que ahora estamos más atentos y la información corre más deprisa”, cuenta Casabona.
Considera “paradójico” el pediatra que nos preocupemos porque los niños de entre dos y cuatro años coman "poco" en la época de la humanidad en la que más sobrepeso y obesidad infantil hay: “Estamos "fabricando" los que serán adultos con obesidad, con todas las repercusiones que esto conlleva”. Insiste Casabona en que los padres “no deben preocuparse por lo que come su hijo, sino por si es feliz, corre y juega, sin coger excesivas enfermedades o cogerlas banales”, ya que no existe la desnutrición en España sino “malnutrición por exceso y por mala alimentación con calorías vacías y consumo exagerado de bollería”. No obstante, también añade que hay ocasiones en las que el pediatra deberá estudiar casos puntuales en los que haya síntomas asociados a la verdadera falta de apetito como apatía, debilidad, palidez o diarreas.


La alimentación es una de las mayores preocupaciones de los padres durante los tres primeros años de vida de sus hijos.

Gloria Colli considera que la preocupación por la alimentación de los niños es inherente a la maternidad y a la paternidad: “Siempre hay algo que nos preocupa. Si no toma suficiente leche o si toma demasiada, si come poca verdura, si no prueba la fruta, si no conseguimos que coma más sano... Y es bueno que los padres se preocupen, porque conseguimos que se informen y que se impliquen en la tarea de hacer que toda la familia haga una dieta más saludable, pero hay que tener cuidado de que no se transforme en una obsesión que les impida disfrutar de agradables momentos en torno a la comida”.
¿Qué hacer para que la hora de la comida sea un momento agradable? Colli recomienda que lo primero que debemos hacer es apagar la televisión y así aprovechar ese tiempo para charlar en familia, evitando que el tema central sea la comida. “De la comida solo se habla para felicitar al cocinero. Si a tu hijo no le gusta la verdura, por más que tú le digas 20 veces que está muy rica, seguirá sin gustarle. Si queremos que la comida sea un momento agradable, evitemos situaciones conflictivas. Y demos ejemplo. Los niños aprenden por imitación por lo que si nosotros comemos bien, al final ellos también lo harán”.
Y cuando un niño no quiere comer, ¿qué podemos hacer? Responde María Manera Bassols que debemos respetarle, igual que haríamos con una persona adulta. “Las señales de autorregulación de hambre y saciedad son innatas y, en los niños sanos son efectivas a la hora de cubrir sus requerimientos energéticos y nutricionales. En nuestro entorno, con una disponibilidad abundante de alimentos a cualquier hora y en cualquier sitio, no existe justificación nutricional para forzar a comer a alguien que no tiene hambre o no quiere comer”, concluye.

viernes, 19 de octubre de 2018

ACTIVIDAD SENSORIAL 1-2 AÑOS

Soy educadora y tengo un alumno con un problema de hipoacusia o sordera y voy a realizar una actividad sensorial para llevarla a cabo en el aula de atención temprana. 

  • Nombre del juego: Sound objects.
  • Tipo y características del juego: Juego de estimulación sensorial (auditiva). 
- Número de participantes: Un niño con hipoacusia o sordera. 
- Edad: 1 - 2 años. 
- Duración: 10 minutos. 
- Ubicación: En el aula de atención temprana. 

  • Objetivos: 
- Desarrollar su capacidad de audición y atención. 
- Asemejar lo máximo posible el sonido que escuchan con el objeto real del que se trata.
- Facilitar la integración de los estímulos auditivos a partir del contacto directo con el estímulo sonoro. 
- Tener en cuenta la tolerancia auditiva y respetar en el niño tanto la intensidad sonora, como el tipo de sonidos que acepta. 
- Ampliar las sensaciones auditivas de forma gradual. 
- Tomar consciencia de la fuente sonora y localizarla. 
- Distinguir los distintos tipos de sonido. 
- Pasar un rato divertido. 

  • Organización del espacio: Si se realiza en el aula de atención temprana podremos disponer del espacio necesario y adecuado. 
  • Recursos materiales y/o infraestructuras: Objetos sonoros como grupo de sonajeros, panderetas, cascabeles, maracas, juguetes musicales, etc. Estos objetos, son fáciles de hacer en el aula, con latas, botellas de plástico o cajas pequeñas, rellenas de piedras, cascabeles u otros elementos. 
  • Descripción y desarrollo del juego: La educadora deberá llevar al niño al aula de atención temprana. Allí tendremos preparado todo el material necesario para llevar a cabo dicha actividad. Le presentaremos la actividad al niño y a continuación, se la explicaremos para que haya menos posibilidad de tener problemas. En cualquier caso de dudas, la educadora procederá a explicárselas al niño. Se espera que tenga una buena ejecución de la actividad, ya que la riqueza de estímulos en intensidad, frecuencia y duración adecuada producirá un buen desarrollo del cerebro, logrando de esta forma un desarrollo armónico tanto de sí mismo como con el contexto que lo rodea. 
Para llevar a cabo la actividad , la educadora deberá llamar la atención del niño a través de objetos como sonajeros, panderetas, cascabeles, maracas... Y el niño tendrá que dirigir la mirada o buscar con la mano el objeto. También podremos utilizar objetos con sonidos incorporados para llamar su atención, así como coches con sonidos de ambulancia, cajas de música, cassete... 
A todo esto, podemos incorporar juguetes con lucecitas de colores con el fin de llamar su atención y facilitar su localización. 


  • Evaluación: Una vez que hayamos terminado la actividad, le haremos una evaluación para poder ver qué tal ha ido.
  • Requisitos de adaptación del juego /notas de atención: Es necesario colocar objetos sonoros y atractivos visualmente, puesto que sirve de referencia en el reconocimiento y localización del espacio. Utilizar objetos que producen ruido con facilidad tanto al caer, como al ser arrastrados o al ser golpeados. De esta manera, permiten al niño percibir la proximidad de lo que ocurre a su alrededor.
ESTHER ORTEGA Y MARÍA ANDRÉS.

ACTIVIDAD SENSORIAL PARA NIÑOS DE 2/3 AÑOS

La actividad que se va a realizar es para un niño con problemas visuales.

La percepción visual puede ser dividida en diferentes áreas, siendo las más importantes para el aprendizaje escolar las siguientes:
- Coordinación visual-motoraes la habilidad de coordinar la vista con los movimientos del cuerpo.
-Capacidad de percepción: es la capacidad de percibir un objeto como algo que posee propiedades invariables, independientemente de características como tamaño, forma o color, que puedan cambiar. Es la permanencia del objeto.
- Figura-fondo: es la capacidad de seleccionar los estímulos que más interesa percibir y transformarlos en el centro de atención sin desviarse por información visual menos relevante.
- Relaciones Espaciales: es la capacidad de percibir la posición de uno o más objetos entre sí.

El desarrollo de la percepción visual involucra las cinco áreas mencionadas, las que deben ser trabajadas simultáneamente.

Esta percepción sólo sera estimulada en el niño con deficiencia visual pero no ciego. Hará actividades como manipular objetos con colores variados; identificará colores; manipulará objetos de diferentes formas, colores vivos, tamaños y figuras geométricas; jugará con un espejo; hará pompas de jabón; seguirá con los ojos el trayecto de luces de colores, pintará respetando margenes.

¿Qué objetivos queremos conseguir?
Los objetivos que queremos conseguir son:
- Desarrollar el sentido de la vista.
- Favorecer la entrada de información al cerebro.
- Estimular las áreas cerebrales que permiten recibir información.
- Elaborar circuitos de aprendizaje generales y específicos.

¿Cómo vamos a evaluar o que indicadores vamos a seguir?
Evaluaremos el desarrollo visual a lo largo de un periodo de tiempo. La actividad durará un máximo de treinta minutos. 
Indicadores:
- No desvía la información visual.
- Percibe la posición de objetos.
- Coordina la vista con los movimientos.
- Desarrolla la visualización de colores. 

Imagen relacionada

Autoras: Marta López Molina
Nieves Requena González

FICHA DE JUEGO

Nombre del juego: "Escuchando sonidos"
Tipo y características del juego: Estimulación auditiva.
Número de participantes: Un niño.
Edad: De uno a dos años.
Duración: 15-20 minutos.
Ubicación: En una sala, donde solo se encuentren el niño y el profesional.

Objetivos:
   - Desarrollar el sistema auditivo.
   - Distinguir diferentes sonidos.
   - Que pase un rato entretenido.

Organización del espacio: Colocar una silla para el niño con una mesa donde en ella pondremos materiales con los que vamos a trabajar.

Recursos materiales y/o infraestructura: Cartulinas de colores en las que cada una contendrá un dibujo de un animal diferente. También necesitaremos una radio para que el niño pueda escuchar los diferentes sonidos.

Descripción y desarrollo del juego: En primer lugar, colocaremos al niño en la silla enfrente del profesional. Para empezar el juego, hemos diseñado unas tarjetas con diferentes animales las cuales estarán encima de la mesa y cada vez que suene el sonido se levantará una tarjeta con su respectivo animal, de esta manera, el niño estimulará los diferentes sonidos y a la vez identificará que ha escuchado. El papel del profesional será poner los diferentes sonidos del animal y ayudarle en todo momento para su estimulación.

Evaluación: Serán diferentes sesiones y en cada una habrán diferentes objetivos. Elaboraremos una tabla donde estarán reflejadas cada sesión con su objetivo y el profesional valorará si el objetivo ha sido conseguido o no. La profesional hablará con los padres para que ellos también intervengan en la estimulación del niño.

Lorena Deltell Polo
Paula Ibáñez Ibáñez


MESA DE LUZ


  • Tipo y características del juego: Juego sensorial 
  • Número de participantes: 1 niño
  • Edad: de 2 a 3 años
  • Duración: Máximo 20 minutos
  • Ubicación: Centro especiales de atención temprana
  • Objetivos:  
              -Pasar un rato divertido.
              -Atraer la atención visual del niño.
             -Experimentar con colores, sus contrates                 y mezclar pinturas.

  • Organización del espacio: En una sala donde apenas entre luz.
  • Recursos, materiales e infraestructura: 
                                                                                         -Mesa de luz
                                                                                         -Arena de playa
                                                                                    -Juguetes transparentes (grandes) de colores
                                                                                    - Una corona de juguetes como premio
                                                                                    -Arroz, lentejas...



Descripción y desarrollo del juego: Una vez que tenemos la mesa de luz. La mesa luz sin recursos te va a dar muy poquito juego.
Podemos recrear historias, leerle el libro "El monstruo de colores" a  la vez que utilizamos la mesa para estimular al niño, jugar con pegatinas de gel, jugar con la arena etc.


Evaluación
Sabe diferenciar los colores: Lo hace solo/con ayuda/no sabe.
Sabe distinguir visualmente los tamaños de los materiales utilizados: Lo hace solo/con ayuda/no sabe.
Identifica los colores del libro y dibujos de la historia: Lo hace/con ayuda/ no sabe.








Realizado por: Miriam Ortega Palao, Fátima Ortega Medina y Natalia Zornoza Puche 









ACTIVIDADES SENSORIALES

Nombre del juego: Tocando las nubes
Tipo y características del juego: Juego sensoriales (sentido del tacto)
Numero de participantes: Un niño/a
Edad: De dos a tres años
Duración: 5-10 minutos
Ubicación: La sala de terapia sensorial
Objetivos: - Hacer que el niño aprenda las diferentes texturas.
- Hacer que el niño aprenda jugando
- Estimular ese sentido concreto
- Pasar un buen rato
Organización del espacio: Se realizará en la sala, donde prepararemos los materiales adecuados para la actividad.
Recursos materiales y/o infraestructuras: Harina, gel, colorante, arcilla seca,un recipiente para preparar el material y plastilina.
Descripción y desarrollo del juego: En primer lugar prepararemos los materiales, uno será de material de textura blanda y suave (gel, harina y colorante) y otro, que será de textura dura (arcilla seca y plastilina). 
Haremos que el niño juegue con las diferentes masas para que aprenda las diferencias entre unas y otras, y de este modo estimularemos su sentido del tacto.
Evaluación: Comentaremos con el niño que le ha parecido la actividad, si le gustaría repetirla. 
Indicador: Comprobaremos si el niño se mete a la boca los distintos objetos. Y sobre todo, veremos si el niño evoluciona distinguiendo los distintos objetos.




Entre luces de colores.





JUEGO SENSORIAL PARA NIÑOS DE 0-1 AÑO.
ACTIVIDAD PRÁCTICA.

-Nombre del juego:  Entre luces de colores.
-Tipo y características: Juego sensorial.
-Número de participantes: Individual.
-Edad: 0-1 año.
-Duración: 15 minutos.
-Ubicación: En clase.
-Objetivos:
1. Desarrollar en el bebé el sentido de la vista.
2. Lograr en el bebé su atención.
3. Conseguir que el bebé muestre interés mediante objetos
4. luminosos.
5.  Pasar un rato divertido.
-Organización del espacio:  Con diferentes tipos de luces en el techo y sin mesas ni sillas para que tengamos espacio suficiente y no nos moleste nada.

-Recursos materiales y / o infraestructura:
- Luces de colores.
- Fondo negro para resaltar las luces.
- Cojines para poner al bebé.
-Esterilla blanda para que el bebé esté cómodo.

-Descripción y desarrollo del juego:  En este juego colocaremos al bebé en los cojines para que esté lo más cómodo posible y a continuación apagaremos las luces de la clase y encenderemos las de colores del techo para que el bebé pueda captar las luces y vaya desarrollando poco a poco el sentido de la vista, estando muy atento de las luces conforme van cambiando de color y de forma, pero como es evidente, no tiene que haber ningún otro elemento al que le de prioridad y le distraiga, siendo así el elemento fundamental las luces y desarrolle su vista de forma progresiva.

 -Evaluación: En esta actividad iremos valorando al bebé con una serie de objetivos que tendrá que ir alcanzando, como por ejemplo que vaya girando la cabeza hacia donde estén las luces, que alce las manos e intente coger las luces, etc.
Al final del proceso tendrá que haber superado los objetivos y haber desarrollado la vista.

-Requisitos de aportación del juego/ notas de atención:  No debemos presionar al bebé ni forzarlo a que mire las luces si vemos que no presta atención o que notamos que no le gusta, sino darle tiempo y tranquilizarlo de forma que poco a poco vaya adaptándose al entorno y se vaya sintiéndose mejor.






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TRABAJO REALIZADO POR : MARÍA GARCÍA BERNAL Y MARINA GARCÍA SORIANO.